Carta de una entrenadora a una madre que vuelve al trabajo

Querida mamá, me permito escribirte estas líneas porque he observado a muchas mujeres enfrentando los mismos desafíos que tú. Es completamente normal sentirse abrumada al regresar al trabajo, pero quiero recordarte con todo mi cariño que no deberías descuidarte a ti misma y en este post te comparto algunos motivos por los cuales mereces dedicar tiempo para ti:

  • Encontrar ese espacio para cuidarte te permitirá enfrentar cada día al 200%. Aunque pueda parecer que dedicar tiempo al entrenamiento consume energía, en realidad te la devuelve. Como ya has comprobado, sesiones de 20-30 minutos son suficientes para despejar la mente y liberar tensiones.
  • El entrenamiento fortalecerá tu cuerpo, ayudándote a enfrentar las demandas diarias sin dolor de espalda, proporcionándote energía y vitalidad, y permitiéndote disfrutar plenamente de momentos con tu bebé, ¡incluso correr cuando llegue el momento! Aunque sé que sacar tiempo era difícil antes del nacimiento de tu bebé y ahora lo es aún más, y, créeme, vale la pena.
  • La recuperación no se limita a los primeros meses. Se trabaja para rehabilitar y fortalecer el suelo pélvico y abdomen, para reintroducirte al ejercicio físico y conseguir mejorar tu condición física, y posteriormente, incorporar el trabajo de impacto. Este último es esencial para las mujeres, dada nuestra menor masa muscular y calidad ósea. Trabajar en ello hoy es invertir en un futuro pleno de vitalidad y energía. Imagina cuando tu bebé tenga 6 años, desearás seguirle ritmo y poder acompañarle, y eso comienza cuidándote hoy.

No buscamos convencerte, pero sí que reflexiones. En nuestro día a día, vemos cómo muchas madres caen en un círculo negativo de frustración, cansancio y descuido personal. Es fundamental entender que ponerse a una misma primero no es abandonar al bebé, sino querer estar al 200% para él, dando lo mejor de ti ❤.

Te dejo algunas preguntas que podrían ayudarte a reflexionar:

  • ¿Cómo afrontarás los días que duermas menos?
  • ¿Dónde encontrarás la vitalidad y energía para tu cuerpo?
  • ¿Cómo se sentirá tu espalda sin ese entrenamiento específico al empezar a trabajar y seguir cuidando y cogiendo a tu bebé?
  • ¿Qué pasará con tu suelo pélvico en el futuro?

Recuerda, dedicarte tiempo a ti misma es el camino para ser la mejor versión de ti misma, tanto para ti como para tu precioso bebé. ¡Ánimo y cuídate mucho! ❤

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