Después de dar a luz, es normal que te surjan muchas dudas sobre cómo retomar el ejercicio. El cuerpo ha cambiado y es posible que te preguntes: ¿es seguro entrenar si he tenido una cesárea, episiotomía o un prolapso? ¿Cómo sé si mi suelo pélvico está preparado? El prolapso, en particular, es algo que no debe tomarse a la ligera y requiere una recuperación guiada y cuidadosa. Natalia también tuvo esas mismas inquietudes. Hoy te contaremos su historia y cómo, gracias a nuestro programa de entrenamiento Posparto Sano, ha logrado fortalecer su cuerpo, sentirse segura y avanzar en su recuperación posparto con prolapso

Natalia dio a luz en la semana 41 tras un parto inducido y complicado. El resultado fue una episiotomía, hemorroides y un prolapso de vejiga tipo 1, lo que le generaba mucha incertidumbre sobre cómo y cuándo volvería a recuperarse. Como era una chica muy deportista, verse limitada en sus movimientos y actividades diarias le frustraba infinitamente. Tras tres meses de dar a luz, decidió ponerse en manos de profesionales para avanzar en su recuperación y empezó a entrenar con nosotras en nuestro programa Posparto Sano.

Desde el primer momento, Natalia tenía un objetivo claro: recuperar su cuerpo y volver a ser la mujer activa que siempre había sido. Había ganado 17 kilos durante el embarazo y aún le quedaban 6 por perder. Se miraba al espejo y no se reconocía, algo que muchas mujeres experimentan después de dar a luz. Si te sientes así, no estás sola, y como Natalia, es posible recuperar tu bienestar físico y emocional.

Las primeras semanas: Avanzando con seguridad

Al iniciar el programa, las primeras semanas de Natalia estuvieron centradas en ejercicios de bajo impacto y rehabilitación del core. La importancia de un seguimiento especializado fue clave. Durante el entrenamiento, combinamos ejercicios de movilidad, activaciones de abdomen y suelo pélvico, y ejercicios posturales para mejorar la estabilidad.

Si te preguntas si es seguro retomar el ejercicio con un prolapso, la respuesta es que sí, pero siempre con una valoración de fisio previa. Es esencial hacerlo de forma progresiva y adaptada, porque realizar ejercicios inadecuados podría empeorar la situación. En el caso de Natalia, su fisioterapeuta notó una mejora en la cicatrización de la episiotomía y en la activación del abdomen y suelo pélvico desde las primeras semanas de entrenamiento con nosotras. A pesar de ver su abdomen inflamado aún, se sentía motivada al ver resultados.

Superando miedos y progresando cada día

A medida que los meses pasaban, Natalia no dejó de progresar. A pesar de la complejidad de mantener un equilibrio con su trabajo, el cuidado de su hija y el entrenamiento, su constancia y disciplina fueron fundamentales para avanzar en su recuperación. Sin importar los días difíciles, siempre encontró un momento para priorizarse a sí misma. Y aunque aún le preocupaba el estado de su abdomen, poco a poco empezó a recuperar su fuerza.

Sabemos que muchas mujeres pueden sentir dudas al volver a hacer ejercicio después del parto, especialmente cuando hay un prolapso de por medio. La recuperación de un prolapso puede ser un proceso lento y desafiante, y requiere ejercicios específicos, una progresión cuidada y el acompañamiento adecuado para asegurar resultados efectivos y sostenibles. Con un plan bien diseñado y el seguimiento adecuado, el ejercicio no solo es seguro, sino que es necesario para tu recuperación. Con Natalia, fuimos aumentando la intensidad de los ejercicios gradualmente, siempre respetando los tiempos de su cuerpo y adaptando el entrenamiento para que fuera efectivo para su recuperación.

Un camino hacia la recuperación completa

En septiembre, después de 4 meses entrenando, la fisio de Natalia confirmó una mejora significativa en su prolapso y una excelente activación abdominal. Aunque todavía queda camino por recorrer, ya ha empezado a incorporar ejercicios de bajo impacto de forma progresiva, y su cuerpo está respondiendo de maravilla.

Gracias a un entrenamiento personalizado y supervisado, Natalia ha logrado recuperar su confianza, sentirse fuerte y empieza a reconocerse nuevamente en el espejo e incluso vuelve a ponerse unas mallas que no usaba desde el embarazo. Su historia es un claro ejemplo de que con esfuerzo, constancia y el acompañamiento adecuado, es posible retomar el entrenamiento de forma segura, incluso después de un parto complicado.

Tú también puedes hacerlo

Es normal tener dudas sobre cómo retomar el ejercicio después del parto, especialmente si has pasado por situaciones como una episiotomía, una cesárea o un prolapso. La recuperación posparto debe hacerse de manera personalizada y con un seguimiento profesional que te garantice que estás haciendo lo correcto.

Con el acompañamiento adecuado, al igual que Natalia, puedes recuperar tu bienestar paso a paso. Si quieres más información sobre nuestro programa Posparto Sano, estamos aquí para ayudarte a dar ese primer paso hacia tu recuperación.

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