Llega el buen tiempo, ir quitándonos capas y entonces, me puede entrar el miedo a enseñar mi cuerpo por la celulitis. Por desgracia, se nos ha inculcado, sobre todo a las mujeres, que nuestra valía está relacionada de manera proporcional con lo perfectas que consigamos estar. ¿Por qué nos avergonzamos de nuestra imagen y nos comparamos con otros continuamente? La idea que tenemos de nuestro cuerpo está compuesta por diferentes factores: biológico, psicológico y socio- cultural- ambiental, siendo este último el más influyente de todos. Te animamos, en primer lugar, a chequear cómo te sientes con tu cuerpo, a validar, aceptar y a quererte.
Celulitis. La enemiga de muchas mujeres y de la cual, nos cuesta deshacernos. Como todo o casi todo, depende de varios factores y no hay una píldora mágica. Tiene causa genética y hormonal fundamentalmente y es, en esta segunda causa donde podremos incidir con nuestro estilo de vida. Teniendo en cuenta el movimiento diario y entrenamiento de fuerza, adecuada hidratación y una alimentación específica.
En cuanto a la hidratación, es más importante de lo que nos solemos pensar ya que favorece una adecuada circulación.
Para ello, hay varios tips con respecto a la hidratación:
- Beber lo suficiente e ingerir alimentos ricos en ella como frutas y verduras. Puedes fijarte en el color de la orina ya que es un buen referente para saber si estamos hidratadas.
- No menos importante vigilar la ingesta de sal. Utilizar especias para dar sabor a los platos, orégano, tomillo, romero, pimienta, nuez moscada, perejil, ajo, comino, pimentón dulce…
- Cuidado con la sal escondida: fiambres, embutidos o charcutería; alimentos en salmuera o ahumados; caldos y sopas concentradas; mariscos; aceitunas y encurtidos; quesos; snacks: patatas fritas, frutos secos fritos, galletitas saladas…; salsas elaboradas fuera de casa; alimentos congelados, por su alto contenido en conservantes a base de sodio; enlatados por su alto contenido en conservantes y edulcorantes artificiales a base de sodio como el ciclamato de sodio.
Respecto a la alimentación, las pautas serían:
- Incluir en la dieta alimentos con propiedades diuréticas y drenantes como la cebolla, el perejil, el hinojo, el apio, la piña y los espárragos.
- Tomar alimentos ricos en potasio. Los que mayor contenido poseen son: frutas y frutos secos, aguacate, patatas, verduras en general, salvado de trigo, alubias blancas, garbanzos y soja.
- Reducir las harinas refinadas y azúcares ya que favorecen la aparición de celulitis.
- Alimentos ricos en antioxidantes. Un truco es tomar las frutas y verduras de todos los colores ya que cada color representa un grupo de antioxidantes diferente.
- Incluir en la dieta grasas saludables: como el aceite de oliva virgen extra, aguacate, semillas y frutos secos, pescados azules.
Además, hay algunas vitaminas en concreto que ayudan a producir colágeno frenando la aparición de celulitis, hidratando la piel y aportando mayor elasticidad.
- Alimentos ricos en vitamina E: aguacate, aceite de oliva, pipas de girasol, cereales, brócoli, espárragos, espinacas, yema de los huevos, mango, soja, almendras, nueces, pistachos y aceitunas.
- Alimentos ricos en vitamina C: perejil, cítricos, grosellas, fresas, espinacas, zanahorias, kiwi, tomate, brócoli, pimientos, avellanas y pistachos.
- Alimentos ricos en vitamina A: frutas de color amarillo, zanahorias, naranjas, mangos, melocotones, pimientos, perejil y verduras verdes como el brócoli, lechuga, espinacas y espárragos.
Empieza a ponerlo en práctica poco a poco. Si al leerlo, te surge cualquier duda sobre tu caso personal, siempre puedes escribirnos para una valoración gratuita.
Escrito por Mireia Elías, dietista-nutricionista y fundadora de Alimentación 3S.
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