El ejercicio durante el embarazo es ampliamente recomendado por sus beneficios tanto para la madre como para el bebé ya que el ejercicio durante el embarazo favorece el desarrollo saludable del feto. En este post, exploramos cómo mantenerse activa puede mejorar la salud de la madre y facilitar el proceso de parto. Ahora, profundizaremos en los efectos positivos que el ejercicio tiene en el desarrollo del feto, respaldados por la ciencia, para que no queda duda que también será 100% favorable para tu futuro bebé.
Beneficios para el Feto
El ejercicio físico durante el embarazo no solo beneficia a la madre, sino que también tiene efectos positivos para el feto, respaldados por la ciencia. Algunos de los principales beneficios son:
Reducción del riesgo de macrosomía fetal: El ejercicio moderado durante el embarazo ayuda a prevenir que el bebé nazca con un peso excesivo (macrosomía), reduciendo así el riesgo de complicaciones en el parto, como cesáreas o desgarros.
Mejor salud cardiovascular fetal: La actividad física materna durante el embarazo está relacionada con una mejor función cardíaca en el feto. Un estudio encontró que los fetos de mujeres que realizaron ejercicio aeróbico regular tenían frecuencias cardíacas más bajas y una mayor variabilidad del ritmo cardíaco, lo que indica un sistema cardiovascular más saludable.
El desarrollo psicomotor del feto es superior: Las madres que realizan ejercicio regular durante el embarazo pueden contribuir a un mejor desarrollo neuromotor en sus bebés. Estudios han demostrado que los recién nacidos de madres activas presentan mejores habilidades motoras y una mayor capacidad de adaptación al entorno en comparación con los hijos de madres sedentarias.
Mejor maduración nerviosa: El ejercicio materno también está asociado con una mejor maduración del sistema nervioso central del feto. Investigaciones indican que la actividad física durante el embarazo puede estimular el desarrollo neuronal y mejorar la plasticidad cerebral, lo que podría tener efectos positivos a largo plazo en el desarrollo cognitivo y emocional del niño.
Mejora de la viabilidad de la placenta: El ejercicio regular contribuye a una mejor función placentaria, lo que asegura un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes al feto. Esto se traduce en un ambiente intrauterino más saludable y reduce el riesgo de complicaciones como el crecimiento intrauterino restringido (CIR).
Aumento de los niveles de líquido amniótico: La actividad física moderada está vinculada con un aumento en los niveles de líquido amniótico, lo cual es esencial para el desarrollo y bienestar del feto. Un nivel adecuado de líquido amniótico ayuda a proteger al bebé, facilita su movimiento y contribuye a un crecimiento adecuado.
Aumento de las edades gestacionales: El ejercicio durante el embarazo puede contribuir a prolongar la gestación dentro de los rangos saludables, reduciendo el riesgo de parto prematuro. Las mujeres que se mantienen activas tienden a tener embarazos que alcanzan su término, lo que permite un desarrollo más completo del feto antes del nacimiento.
Conclusión
Como ves, el ejercicio durante el embarazo favorece el desarrollo saludable del feto. Desde una mejor salud cardiovascular hasta un desarrollo neuromotor superior, los beneficios son significativos y están respaldados por la ciencia.
El ejercicio durante el embarazo tiene un impacto directo y positivo en el desarrollo del feto. Desde una mejor salud cardiovascular hasta un desarrollo neuromotor superior, los beneficios son significativos y están respaldados por la ciencia. Sin embargo, es importante saber cuándo detener o modificar tu rutina de ejercicios para asegurar la salud y seguridad tanto tuya como de tu bebé. Te invitamos a leer nuestro post sobre «Casos en los que interrumpir el entrenamiento durante el embarazo» para conocer las señales de advertencia y las recomendaciones clave que debes tener en cuenta y puedas entrenar completamente tranquila.
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