Seguro que no te habías planteado hasta ahora qué alimentos aparentemente saludables Pues bien, existen ciertos alimentos que no podemos consumir, tanto por ser poco saludables como por ser un peligro de seguridad alimentaria tanto para el bebé como para la mamá:
- Pescados crudos y de gran tamaño:
Platos como el sushi o ceviches contienen pescados que no han sido cocinados y puede que no hayan sido congelados, por lo que el riesgo de anisakis es mayor. Lo mismo ocurriría con mariscos o ahumados. En cuanto a los pescados grandes como el atún, pez espada, emperador o tiburón, no son recomendables debido al alto contenido en metilmercurio, un metal pesado que puede ser peligroso para el sistema nervioso de tu bebé. En este artículo de la FDA puedes ver exactamente qué pescados son más recomendables y cuáles no.
- Carnes poco hechas y carnes de caza:
Las carnes deben estar bien cocinadas para evitar la presencia de Listeria, E. Coli, Campylobacter y Toxoplasma. En este grupo también incluimos derivados cárnicos como los embutidos, jamón, foie o patés así como las carnes rojas y grasas, las cuales debemos limitar a una vez al mes máximo.
- Huevo crudo o semicrudo.
Por el riesgo de contraer salmonella.
- Leche y productos lácteos no pasteurizados.
Por el riesgo de contraer listeriosis y derivar en parto prematuro o aborto.
- Zumos y productos vegetales no pasteurizados
Como por ejemplo, el gazpacho fresco de bote.
- Alcohol y tabaco.
Tienen efectos muy perjudiciales sobre la salud del bebé. Se pueden dar malformaciones, abortos, bajo peso, enfermedades a largo plazo y síndrome alcohólico fetal. La ingesta segura de alcohol es cero, tampoco vino o cerveza ni cualquier bebida que pueda tener un mínimo de alcohol.
- Café, té y cacao.
Conviene limitarlo a máximo 1-2 tazas al día y hay que tener cuidado con algunas infusiones porque algunas pueden ser tóxicas.
- Frutas y verduras sin lavar.
Cualquiera que vayamos a consumir con su piel debe estar lavada y desinfectada previamente en un barreño con agua, vinagre y bicarbonato o bien con un desinfectante especial para uso alimentario.
- Ultraprocesados.
Bollería, salsas, envasados, precocinados, galletas, lácteos azucarados, azúcar, zumos, dulces y postres… etc. son productos nada recomendables con exceso de grasa, azúcar, harinas refinadas, aditivos proinflamatorios y sal, entre muchos otros.
- Métodos de cocinado no saludables.
Fritos, rebozados o empanados.
Es fundamental una adecuada higiene para evitar intoxicaciones alimentarias, así es como lo indica la FDA en este artículo.
Si quieres conocer los alimentos que sí deben estar en tu dieta durante el embarazo, te lo contamos aquí.
Elena Toledano, Nutricionista de ROOTS.